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La cámara de diputados como pantalla de campaña



El último miércoles 26 de julio el oficialismo y los/as diputados/as aliados/as protagonizaron el fallido intento de expulsar a Julio De Vido de la Honorable Cámara de Diputados por inhabilidad moral, en los términos del artículo 66 de la Constitución Nacional.


No voy a entrar en el detalle técnico del alcance de dicho artículo, porque de nada sirve hacer un análisis de esas características cuando en realidad nos encontramos ante una jugada netamente electoralera.

En este sentido vale la pena tener en cuenta algunas cuestiones:

  • Para quienes desconozcan los tiempos legislativos, ambas Cámaras – Diputados y Senadores – se encuentran en receso invernal. Esto quiere decir que están de vacaciones. Es excepcionalísimo que los diputados se junten en sesiones extraordinarias durante este período. Entonces ¿Por qué se juntaron? Por las elecciones.

  • Los proyectos de expulsión de De Vido, comenzaron a presentarse desde hace meses. Entonces ¿Por qué los tratan ahora? Por las elecciones.

  • El Macrismo y sus aliados, desde hace dos semanas – momento en que se empezaron a tratar los proyectos en la Comisión de Asuntos Constitucionales – saben que no contaban con la mayoría agravada necesaria para expulsar al diputado e igualmente citaron a sesión ¿Por qué hicieron la sesión? Por las elecciones.

  • Entre los fundamentos de los proyectos de expulsión enumeraron al derecho y al revés cada una de las causas en las que De Vido se encuentra imputado o procesado – todas por hechos sucedidos con anterioridad a su ultima postulación como candidato a diputado - , y sin sonrojarse e ignorando por completo el mismo texto de una Constitución, que no se cansan de decir que defienden, alegaron que debía ser expulsado por inhabilidad moral, cuando es ese mismo artículo de manera textual el que exige que las causas en que se fundé dicha inhabilidad deben ser “sobrevinientes” a la asunción.

Esta última apreciación no es menor. La gran mayoría de los impulsores de la exclusión de De Vido son abogados/as y conocen a la perfección (o deberían conocer) que, además de no cumplir con la exigencia de que la inhabilidad sea sobreviniente porque las causas usadas como fundamento para son anteriores a su asunción, hay antecedentes de la Corte Suprema de Justicia de Nación que ya declararon la inconstitucionalidad de la prohibición de asunción de un diputado – cuestión que podría ser equiparable a la expulsión – cuando la misma tenga como fundamento la existencia de causas penales que no cuenten con sentencia firme. Esto es así por aplicación de uno de los principios constitucionales más importantes de nuestro ordenamiento jurídico: el principio de inocencia.


Entonces ¿Por qué avanzan en el tratamiento de una medida que seguramente sería declarada inconstitucional en caso de haberse ejecutado? Por las elecciones.


Más preguntas: ¿A los diputados/as que montaron la escena les importaba realmente la expulsión de De Vido, sabiendo que puede transformarse en un antecedente altamente peligroso para el resto de sus pares y hasta para ellos/as mismos/as de acá en adelante? La respuesta, a esta altura, es clara y contundente: NO.


Quienes se erigen como la “reserva moral de nuestra patria”, los artífices - o cómplices – de cada una de las medidas de exclusión, hambre y muerte que está llevando adelante el gobierno nacional y cada uno de los gobiernos provinciales , los mismos diputados/as que aprobaron las reformas que posibilitaron el mayor de los saqueos de nuestra historia, los/as mismos/as que votaron a favor del pago a los fondos buitres vaciando las reservas de nuestra patria, los/as mismos/as que llegaron a ocupar sus bancas alegando la defensa de la República y de las Instituciones y que según sus propias “promesas” llegaron para poner fin a los atropellos del gobierno anterior, son quienes montan tremendo show parlamentario que solo tiene como fin ocultar – en periodo electoral – una situación económica cada vez más compleja y los padecimientos crecientes de un pueblo excluido, hambreado y saqueado de forma cruenta en los últimos 15 meses.


Una vez más queda claro que no hay límite institucional que pueda anteponerse a sus objetivos. Utilizaron como pantalla de campaña al Congreso de la Nación. Ahí donde están los “representantes del pueblo”, a quienes elección tras elección elegimos para que representen nuestros intereses.


Montaron un show de casi doce horas, para trazar una línea divisoria entre quienes defienden a los corruptos y quienes no al solo efecto de sacar un rédito político – con la invalorable ayuda de medios masivos de comunicación – e intentando ocultar la única línea divisoria que realmente existe y que es aquella que separa a quienes gobiernan a favor del pueblo o en su contra. Y tapan y seguirán intentando tapar está grieta, porque saben que son un gobierno antipueblo y que más temprano que tarde, van a caer.


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