Yo sé que voy a morir
He optado por algo que escribí en un momento muy especial de nuestros largos años de lucha, y que permanecía guardado en un cajón, pero nunca borrado de mi mente. Es algo así, como un poema, escrito de madrugada, mientras mis compañeros “razonaban” el momento que vivíamos.
Yo sé que voy a morir.
Pudo ser ayer u hoy. O Tal
vez mañana.
De cualquier muerte.
De cualquier manera.
Y que importa el como, del que fue,
y que ya no está.
¡Qué importa!
Siempre me abstuve del lógico
desenlace, y vendrá, porque
biológicamente es inexorable.
Yo sé que voy a morir.
Pero quiero rápido un fusil
Y muchas granadas
Y un arsenal.
Quiero la santabárbara,
del terráqueo sistema
para hacerla estallar
junto al capital, en el
postrer minuto de mi vida.
Aunque no llegue el último aliento
y sobreviva.
A muchos años de sometimiento,
también hacerlo estallar
de alguna manera guerrillera.
Yo se
que también voy a morir.
Y que importa la limosna
del contaminado e irrespirable, y,
por un mendrugo adquirir
y consumir la derrota
del pobre, a costa de lágrimas,
de hacinarse, de desnutrirse,
de someterse con el sudor diario
a manos de liberal, del oligarca,
del capital, y del burgués.
A 41 años del sangriento golpe de 1976, transcribimos la poesía que aparece en el prólogo del libro "Chito y otros silencios”del compañero detenido-desaparecido Delfor Soto.
Delfor Soto, en 1956, como conscripto fue escogido para integrar el pelotón de fusilamiento del General Valle y sus compañeros, a lo que se negó, siendo arrestado durante varios meses por esta actitud.
La dictadura cívico-militar lo hizo desaparecer a los 41 años de edad, el 21 de agosto de 1976.
Fue concejal en La Matanza - por el FREJULI - en 1973.
El 5 de mayo de 1975 reununcio a su banca.
Militante del Frente Revolucionario “17 de Octubre” (FR-17)
También publico "El despojo". Fue escritor y periodista en varios medios gráficos.
Su compañera Betty Ronchi, sus hijas María Eva, Laura y Julián su hijo.